
El documental muestra lo calamitoso del sistema de salud (privada) estadounidense, y lo compara con los modelos de Canadá, Inglaterra, Francia, y Cuba. Refleja la oscura urdimbre política, y, por ende, económica, detrás del "negocio" de la salud, que linda con lo macabro, pues se juega con la vida de las personas enfermas, lo que habla de una clara inconsciencia al respecto y de una falta de humanidad indignante. Esa es la palabra: indignante. Esa sensación es la que nos deja el documental de Michael Moore, que aprovecho para recomendar a quien lea.
La salud es un asunto de Estado, por eso hablar de ella en estos términos es hablar de un gobierno que no busca soluciones sino el propio beneficio económico. Y eso queda claro a la primera mirada sobre este y tantos otros asuntos. Un momento importante es aquel en que se propone que un pueblo enfermo es un pueblo sumiso que acepta sin críticas la política impuesta. Quizás el único punto débil del documental es que parece pensado para ser exhibido en Estados Unidos y concientizar en el pais, pero quedan algunos datos que para nosotros son desconocidos y no podemos terminar de reconstruir la situación completamente.