sábado, 29 de diciembre de 2007

THE FLY, de David Cronenberg

De niño me parecía la mejor película del mundo, incluso alguna vez quise escribir un cuento sobre unos científicos que dejaban escapar de su laboratorio un ejemplar de su experimento genético, una mezcla de cucaracha y mosquito. El resultado era una cucaracha que chupaba sangre, algo realmente asqueroso y que sumía más que en el terror en la náusea a la ciudad. De adolescente, utilizamos algunas imágenes de la película al preparar un trabajo sobre mutación con unos compañeros de la secundaria. Hoy la situación es distinta, lo que más llamó mi atención fue el jopo de Jeff Goldblum. Inolvidable!